Julio Holgado, Almendralejo 1971 |
JULIO HOLGADO, El
escritor extremeño que triunfa en México
Julio Holgado, tal que ayer, era un joven estudiante que se apostaba en una
esquina para ver pasar a Luís Landero y robarle unas palabras, un magisterio,
un padrinazgo que no cuajó. Pero ni esa
orfandad, ni el nudo de corbata tras el que se esconde el brillante economista en
que se ha convertido aquel muchacho ha sido capaz de silenciar al diablo
literario que le poseyó en la infancia. Tras publicar La última ciudad del mundo y El
juego de Axelrod, el silencio. Ahora
aparece con una novela sobre la crisis. BrokerManic.
En realidad la novela salió en
España en junio de 2012, con una muy razonable acogida desde el principio. Creo
que ayuda el hecho de que la temática de la novela no pase de moda. Luego, a
finales de diciembre 2012 se lanzó en el mercado mexicano, bajo patrocinio de
Telefónica Movistar.
¿Por qué
México?
México atraviesa un excelente
momento económico, y tiene un mercado literario en plena expansión. Aunque el
sector editorial mexicano se parece al nuestro, hay allí más apetito por las
novedades literarias y por la gente nueva. Más receptividad por parte del público
y, lo que es más interesante, por parte de los medios de comunicación.
Y allí sí ha
conseguido un excelente padrinazgo.
El presidente de Telefónica México (exministro
de Economía de este país) encabezó la presentación a los medios hace unas
semanas. Estoy muy agradecido por ello, ya que supuso una gran difusión y dio
lugar a contactos y entrevistas con muchos medios de radio y prensa escrita
Parece
lógico que un economista con vocación literaria fabule sobre la crisis.
La idea surge en el año 2008. Yo acababa de llegar a México como consultor financiero de Management Solutions. En las noticias todos los días resonaban los ecos de la crisis económica, que en aquel momento empezaba en Wall Street y las hipotecas sub-prime, la quiebra de Lehman Brothers. Sin duda era algo histórico. Se hablaba del fin del capitalismo. Me puse en situación y pensé: ¿qué hubiera sido de mí si yo hubiera estado allí? La novela nació como una respuesta a esta pregunta.
¿Qué hubiera
hecho usted?
Portada de BrokerManiac |
En la novela aparece una frase que dice: “El hombre
es un ser gregario, por naturaleza. Nos cuesta menos ir a una guerra que al
dentista”. Me parece muy útil para explicar cómo mucha gente puede actuar
ciegamente y contribuir, sin quererlo, a la formación de una burbuja
inmobiliaria o bursátil.
Emplea el
término “mucha gente”, “ellos”, “Wall Street”, como si temiera apuntar con el
dedo a un culpable real, con nombres y apellidos.
Es que es posible que no haya
culpables en esta crisis, sino personas que se vieron empujadas a participar en
una ilusión colectiva.
Su teoría es
la de un culpable anónimo, como el propio protagonista de BrokerManiac.
El protagonista, que tiene el
apodo de BrokerManiac, es una persona anónima y normal a quien el destino pone
allí de manera casual. Alguien que se ve empujado a triunfar, a asumir riesgos,
por el simple hecho de que todos a su alrededor hacen lo mismo. Así pues, la
novela lleva a la siguiente reflexión: ¿hubiera cambiado la historia, le
pusiéramos al protagonista el nombre y apellidos que le pusiéramos?
¿Quiere
decir con esto que la crisis era inevitable, una especie de fatalidad?
Vamos a ver, en la novela
aparecen todo tipo de personajes. Todos ellos empujan sin quererlo el engranaje
de una maquinaria llamada “burbuja”, porque todos tienen sueños y aspiraciones,
y en su pequeña medida no creen que lo suyo afecte a los demás. Pero, claro que
también hay personajes con más conocimiento de causa, como “brokers” políticos,
banqueros y especuladores sin escrúpulos. Ellos sí podían haber detenido la
locura.
En resumen,
que la crisis nace por la ambición de unos pocos.
Esa es la respuesta fácil. La
ambición en sí misma es legítima. Es la que nos empuja a estudiar,
sacrificarnos. Progresar. De ahí que la mayor parte de la gente que formó parte
del engranaje de la burbuja no se sienta culpable, porque en su pequeña medida solo
querían progresar. Yo diría que la verdadera causa es la ambición
descontrolada, sin unas normas que la controlen y restrinjan. Creo que hoy todo
el mundo ha aceptado esta idea, pero en los tiempos de esta novela Wall Street
era una jungla en la que coincidía gente (especuladores incluidos) que solo
tenían la legítima aspiración de mejorar su calidad de vida, y que pensaron que
los controles estaban ahí. Pero no estaban.
Y ese
descontrol acaba llegando a España.
Julio con el presidente de Telefónica en México |
A todas partes. Hay en la novela un
personaje que dice: “Cómo puedes pretender que una persona entienda una cosa,
cuando su sueldo depende de que entienda justamente la contraria”. Esa misma frase se la podríamos adjudicar en
España a todos esos empleados de banca que concedían hipotecas demasiado
alegremente, las mismas hipotecas que el cliente aceptaba sin estar seguro de
poder pagarla. ¿Fueron todos ellos, empleados de banca y clientes, culpables de
lo que sucedió?
Crisis, especuladores, economistas,
tiburones de Wall Steet, brókers perseguidos, protagonistas camuflados tras un
oscuro anonimato- Dicho así suena a novela compleja y seria.
Es que no es un libro sobre la
crisis. Es una novela de suspense que habla de
saber qué le ocurre a la gente normal cuando
se ve empujada a vivir la vida como si fuera un deporte extremo. Y escrita en
lenguaje sencillo, y con un punto de ironía. También hay humor, mucho humor.
Enlace para leer la entrevista en el periódico Extremadura
Enlace para ver el vídeo de la presentación de BrokeManiac en México.
Enlace para leer alguna crítica sobre BrokerManiac
Enlace para leer alguna crítica sobre BrokerManiac
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