quédese con el cambio: junio 2012

BARRA DE TITULO

viernes, 29 de junio de 2012

DÍAS DE FÚTBOL


Mujeres pescando, óleo de Vito Cano
 A los que pasamos las horas delante del ordenador nos recomiendan levantarnos cada cierto tiempo y echar una mirada al horizonte. Y eso que mi horizonte es un coñazo, la wikipedia del aburrimiento, pero hay veces en que te sorprende. El otro día, sin ir más lejos, jugaba España contra Portugal, me asomé al balcón y descubrí, en medio de la calle vacía, al fantasma del muchacho que fui hace treinta años. Yo le reconocí enseguida. Él a mí no. Cómo iba aquel muchacho de barbas negras, pelo bruno y ojos como carbúnculos encendidos reconocerse en este tipo calvo que le llamaba a gritos desde el balcón.

sábado, 23 de junio de 2012

ZOMBIS CONTRA PRINCESAS


Puede que yo sea de esa clase de tipos a los que nunca se les aparece la Virgen ni les toca jamás el cupón, pero eso no me convierte en un descreído. Hay cosas que creo a pie juntillas. En zombis, por ejemplo. Aunque creer en zombis no tiene mucho mérito, porque llevo toda la vida viéndolos. Gente que camina por la calle, que viaja en coches -no siempre oficiales- y hace cruceros por esos mares de Dios sin darse cuenta de que llevan años muertos.

viernes, 15 de junio de 2012

ELLOS NO SON COMO TÚ

Hay que estar algo loco para ser buen padre. Oleo de Vito Cano

Cuando era pequeño estaba convencido de que la mayor abstracción inventada por el hombre era un mapa, ese dibujo donde lo mismo cabe una calle que el universo entero. Aquella ficción me duró hasta que crecí algo y tuve que firmar mi primera hipoteca, es decir, hasta que mi padre tuvo que firmar el aval de mi primera hipoteca. A partir de entonces supe que la mayor abstracción es una firma, ese borrón donde no solo metes tu promesa de cumplimiento sino el piso de tus padres, su coche, sus ahorros, la jubilación y la honra de la familia. Y aún así, el padre iba, apretaba los dientes y firmaba.

sábado, 9 de junio de 2012

TIEMPO DE NAUFRAGIOS


El tiempo pasa
Hoy cumple mi madre treinta y seis años, otra vez. Desde que la conozco anda atascada en esa edad, como barca encallada por voluntad propia en la arena del calendario. Es su modo, ingenuo, coqueto e inútil, de hacerle un desprecio al tiempo, ese incendio que todo lo arrasa. Y si el tiempo tuviera menos de canalla y más de indulgente le consentiría por muchos años la broma. A ella y a todos los que como ella hacen de la vida un trago más fácil. Porque ahora que ha vuelto el tiempo de los naufragios caemos en la cuenta de que si este país no se va a la mierda no es por la pericia de nuestros gobernantes sino por la generosidad y el sacrificio de miles de abuelos que se echan a las espaldas las calamidades de la familia. Y sin torcer el gesto. Más de trescientas mil familias españolas viven a costa de la pensión de los abuelos. Una barbaridad. 

sábado, 2 de junio de 2012

EL ROBO PERFECTO


Hasta aquí hemos llegado
Un día decidí que quería ser cantante. En la primera sesión, el profesor de canto me dijo: tiene usted poca voz, pero muy desagradable. Dejé, pues, la canción y probé con la guitarra. Ni una semana llevaba cuando mis vecinos me regalaron un libro, Cómo superar la crisis de los treinta sin caer en el ridículo. Entendí la indirecta y colgué la guitarra. Entonces me hice la inevitable pregunta: si no soy cantante, ni músico, ni futbolista de élite, ni escritor de éxito, ni sirvo para profesor ni para albañil ni para taxista, para qué coño he venido yo a este mundo.

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