Autor foto, Imelda. R. Portillo |
La forma más eficaz de seducción de que se vale la inteligencia es el silencio. Todo el mundo es sabio hasta que abre la boca. Pitágoras fue el primero en darse cuenta y prohibió a sus discípulos que hablaran acerca de sus doctrinas. Por eso se reía de ellos Isócrates diciendo que los pitagóricos son más admirados por lo que callan que los sabios por lo que pregonan.