quédese con el cambio: julio 2011

BARRA DE TITULO

miércoles, 27 de julio de 2011

LA PUBLICIDAD ENTENDIDA COMO ARMA ASESINA

 

Si la intención del asesino de Lennon era hacerse famoso, reconozcamos que se salió con la suya. Si la intención del asesino noruego era notoriedad sobre sí mismo y sobre su demencial ideología, admitamos que la ha conseguido de pleno. Películas, libros, derechos de autor, sus nombres en gruesos tomos de historia, aunque sea en la historia universal de la infamia. Eso es lo que quieren estos individuos y eso es justo lo que les damos.

Sus abogados dirán que están locos, pero de tontos no tienen un pelo. Mas bien se podría decir que los ilusos somos los que asistimos impávidos al bombardeo al que la prensa y la televisión nos someten con sus rostros, con sus biografías mil veces repetidas bajo el flaco argumento de que es por interés general. No lo entiendo. El interés general está en otros asuntos. En saber por qué ocurren estas tragedias y en remediarlas, no en darle alas a nuevos chiflados que, ante la facilidad con la que audaces majaretas alcanzan la fama, puedan sentirse tentados a imitarlos.

Escuché una vez decir a alguien que la mitad de la fuerza de ETA se desinflaría si los medios de comunicación les hicieran el silencio. Por mi parte, estoy cansado de que los asesinos ocupen el espacio que de natural corresponde a las gentes de bien, a los hombres y mujeres que inventan, a los que escriben, a los que nos consuelan y a los que se sacrifican. También hubo en la Antigüedad lugares donde los nombres de los que cometían delitos de suma gravedad eran borrados incluso de los catastros. No se me ocurre mejor sanción para los que tienen en tan poco la vida ajena y en tan alta estima sus propios delirios de grandeza que imponerles, además de una prisión perpetua con trabajos que repercutan en la sociedad, el olvido como condena.

                                                                                                                                                       Publicado en la contraportada del .periódico Extremadura

La Antígona del siglo XXI,

Hablar de teatro, como hablar de cine, de literatura, de cualquier asunto, en fin, en que se pone en la prosa más corazón que razones, es un ejercicio que trasparenta más del que critica que de la obra criticada. Te puedes empeñar en hacerte el estupendo y criticar el tono, el texto y el contexto, la luz, los gestos y la palabra, sin decir con todo ello nada válido, nada que a otra persona que no haya ido a ver la función sirva como referente o como anzuelo. Cuentas la película como la ves, no como es, por más que te empeñes. Por eso yo no voy a jugar a ponerme en el pellejo de un crítico teatral porque ni lo soy ni me mueve interés alguno en serlo. Pero sí puedo contar lo que vi y lo que me hizo sentir aquello que vi. Y en eso podrán decirme que me engaño,  que no soy un especialista, un técnico, qué duda cabe, pero nadie podrá decir que miento.

lunes, 25 de julio de 2011

El viaje de las Heroidas


En un espectáculo hay tantos espectáculos como ojos de espectadores. Que cada cual siente, disfruta o se aburre y cuenta la fiesta a su manera, es algo que ya sabemos y que no deja de tener su lógica. Pero es sorprendente -y edificante- el comprobar, una vez más, que hay quien acude al teatro con las alforjas cargadas de prejuicios, y eso amordaza los aplausos y predispone los bostezos y la crítica amarga. Y los más prejuiciosos, la propia gente del teatro. Digo esto porque ayer fui al Teatro Romano de Mérida a ver El viaje de las Heroidas de Karlik Danza-Teatro, y esto es lo que vi:

viernes, 22 de julio de 2011

LÍBRANOS DEL MAL



Imagine por un momento que le suena el teléfono, descuelga y escucha una voz: "estimado señor o señora que en este instante anda cumpliendo con las obligaciones propias de su oficio y cuyo nombre de pila es tan sonoro y noble que debe ser la delicia de su familia, así por rama paterna como materna; no es por hacerle la pelota pero, si hubiera tenido la suerte de ser su hijo, reventaría de orgullo y satisfacción y, no obstante, le llamo para decirle que estoy frente a su casa, la cual, por cierto, está envuelta en llamas, por culpa de un incendio que yo mismo he provocado".

The Late Show's Gospel Choir en Badajoz

Hay momentos en la vida en que se tiene plena consciencia de estar viviendo una estampa a la que se recurrirá en los instantes de melancolía. Hay momentos en la vida en que miras a tu alrededor y es como en esas películas americanas en que el director hace el silencio sobre una escena determinada y nos deja a solas con la mirada subjetiva del protagonista, todo emoción.

lunes, 18 de julio de 2011

ARAÑA: destino de una mujer trabajadora. Etimología.


ARAÑA: proviene del griego αράχνη- arácne, y de ahí la toma el latín que la convierte en aranea, araneus., del cual pasa, de modo natural, al castellano con la forma en que actualmente la conocemos: araña, y su cultismo arácnido. Es una de esas palabras que se ha transmitido, sin mutación alguna, por todos los diccionarios castellanos. Lo cual que es una ironía del destino, pues el origen de esta palabra no es otro que una mutación, una terrible metamorfosis, la de la hilandera Aracne.

viernes, 15 de julio de 2011

MALDITA SUERTE

 
La suerte, la buena y la mala, es sicaria del azar, que es cosa bien distinta. El azar es un acontecimiento cuya resolución no está en nuestras manos, mientras que la suerte es el modo, favorable o no, en que se resuelve ese acontecimiento. El azar gasta ironías en las que la suerte es un mero actor de reparto, como cuando hace que una misma circunstancia sea una suerte para unos y un fastidio para otros.

jueves, 14 de julio de 2011

SUICIDAS


Cuando yo era adolescente trabajaba en un bar donde siempre había un número del periódico El Caso tiznando de sangre y vísceras la formica de la barra. Y yo, que lo leía todo, no podía sustraerme a aquellas hojas repletas de fotografías y titulares fascinantes y macabros, y quedaba durante horas, durante días, con los ojos cuajados de asesinatos y violaciones descritas al por menor.

miércoles, 13 de julio de 2011

Antígona en Mérida

 Anoche fui al teatro romano de Mérida a ver Antígona de Miguel Murillo. Para los que estéis dudando entre ir y no ir, si os sirve mi opinión, os la recomiendo. No es que sea lo mejor que haya pasado por el Teatro, pero es una buena adaptación, con interpretaciones muy ajustadas y sobrias- estupendos Pepa Gracia y Esteban G. Ballesteros - y a la que no le falta su toque de humor y ternura -sobre todo a cargo de un Pepe Viyuela al que cada día le sienta mejor el teatro y la teatralidad.

martes, 12 de julio de 2011

ESTE VERANO, MONTAÑA (OTRA VEZ)

El gimnasio es un invento del diablo. Un infierno al que se entrega uno voluntariamente y pagando matrícula. Uno acude a ellos impulsado por la edad y por los kilos, buscándole remedio a un imposible, huyendo de los espejos. Aunque luego vas y te encuentras haciendo abdominales en un sitio repleto de espejos que multiplican hasta el infinito la tripa, la calva y las arrugas, justamente todo de lo que abominas.

viernes, 8 de julio de 2011

LA CHINA


Siempre que salgo de noche por Madrid me acabo encontrando con la china de las cervezas y el tabaco. Digo que es china por decir, pero lo mismo es vietnamita. No lo sé. Me limito a pasar por su lado y a mirarla, triste y seca como un poste de bambú, exhibiendo su mercancía en una de las esquinas más transitadas de Gran Vía. El sábado anterior también estaba, casi invisible entre ese tsunami de gentes que celebrábamos el día del orgullo gay. Solo que esta vez, como un pimpollo de asfalto, le había florecido la competencia. No me sorprendieron tanto las voces de tenor cómico con las que el tipo pregonaba su mercancía  como comprobar que era  español. Y  no me habría sorprendido tanto si no fuera porque durante el resto de la noche me fui encontrando por los bares con otros españoles vendiendo rosas para enamorados, horribles gafas fosforescentes e incluso a uno  que portaba en la cabeza un muestrario de borsalinos de última moda, tareas que hasta ayer solo veíamos a extranjeros. Es la crisis en estado puro, ese tobogán que hoy te hace firmar el préstamo para un todoterreno y al poco, como en las viñetas de los cómics, te lleva a vender sombreros de paja por los bares. También en Extremadura han vuelto los vendedores de garbanzos tostados, los afiladores callejeros, los vendedores puerta a puerta. El sueño de la sociedad del bienestar se resquebraja y todo se nos va en reproches y en recortes. Incluso  Obama dice que lo peor está aún por llegar. Pero yo confío en que prevalezca el sentido común. Sentar en el banquillo a los responsables y buscar la senda de otra sociedad posible. Ya sé que es mucho confiar, pero mejor eso que confiar en la suerte, esa que me lleva, entre un millón de personas en fiesta, a toparme siempre con la china triste de las cervezas.
también puedes leerlo en el periódico Extremadura

jueves, 7 de julio de 2011

LUZ DEL MEDITERRÁNEO

cuadro de Vito Cano
La ciencia ha traído al mundo a una niña con los ojos abiertos a toda la luz de la vida. De haber sido por el gusto de la naturaleza habría permanecido por siempre absolutamente ciega, al igual que sus padres, ambos portadores de unos genes de ceguera hereditaria. Pero he ahí que se cruzó en el camino de la niña la ciencia generosa de un puñado de hombres que han puesto en el círculo diminuto de sus pupilas el regalo de la luz. Este suceso extraordinario no ha ocurrido en Wisconsin ni en una novela de Paulo Coelho, sino en un hospital de Alicante, en esa tierra donde el sol está ahora mismo alto y prestigioso.

martes, 5 de julio de 2011

UNO DE LOS NUESTROS

 En memoria de Luis Recio
Había nacido en el año 1930 en Madroñera, en el seno de una familia insobornablemente republicana, lo cual ya es hablar de una infancia en precario, de huidas en mitad de la noche, de largos exilios que lo llevaron en zigzag por los corredores de la miseria. Como muchos de los nuestros, aprendió las leyes del estraperlo antes que las cuatro reglas, y vio su juventud deslizarse por un sinnúmero de oficios menestrales que no desembocaban en ningún sitio. Me habló alguna vez de sus incursiones nocturnas en los andenes de la estación de ferrocarril donde robaba de los trenes de mercancías sacas de trigo y algarrobas, aunque no era muy dado a los arrebatos melancólicos y gustaba mirar a la vida de frente, con arrogancia de fajador. Pero lo cierto es que si la vida era amarga en la España de los cincuenta y sesenta, más amarga aún era en Extremadura, obligada a ser los lomos del país, músculo recio donde se asestaban todos los latigazos. Por ello vio una luz cuando le ofrecieron marcharse a Alemania. Y de este modo fortuito, pero ineludible, fue como pasó a engrosar las primeras camadas de extremeños que bebieron cerveza a las orillas del Rhin. Sin él saberlo, había de constituirse en protagonista anónimo de los poemas de Pablo Guerrero. Pero el camino allí tampoco fue fácil y en más de una ocasión conoció el desprecio que infligen los fanáticos. Pasados los años, todavía le regresaban las lágrimas a los ojos al recordar cómo en la cola de un supermercado, llevando de la mano a su hija, se negó una cajera a atenderle porque era moreno, bajito y con cara de mala leche. Eran los primeros años, los más duros, pero supo aguantar el tipo sin una queja, sin un gesto de derrota.

viernes, 1 de julio de 2011

CUANDO LLORA LA JUNGLA


No es difícil, en este amanecer de sol y pedernal, quedarse con la imagen más emotiva de esta semana que agoniza. No será desde luego la de Rajoy dando la estocada de misericordia a Zapatero durante un Estado de la Nación que solo ha puesto en claro lo que ya muchos intuíamos: que si Zapatero nos tiene fritos, con Rajoy lo llevamos crudo.

Tampoco será la de ese cura de la Conferencia Episcopal llamando a la desobediencia civil por lo de la Ley de Muerte Digna, porque es evidente que nada indigna tanto a estos señores como el que la gente no apure del cáliz del sufrimiento hasta la última gota.

Ni, por supuesto, será la del fiasco del AVE Albacete -Toledo, ya que ese quintal de millones con tanta alegría despilfarrados son solo las barbas del vecino puestas a cortar.

Yo me quedo, justo hoy, cumpleaños de Hermann Hesse, aquel autor que en El juego de los abalorios imaginó un mundo gobernado por las artes, la ciencia y el sentido común, con una imagen que habrá hecho que los huesos del mismo Hesse se revuelvan en su tumba. Es una foto que capta el instante en que un indígena brasileño, jefe de no sé qué tribu, se entera de que sus tierras, junto a otras 400.000 hectáreas de selva, quedan confiscadas para construir sobre ellas la central hidroeléctrica de Belo Monte. El hombre no puede contenerse y llora. Dudo que este hombre sepa siquiera lo que es la electricidad, pero hay en su gesto de derrota más humanidad que en todo un Congreso de señores diputados. Sus lágrimas son la savia con la que nuestro aire acondicionado se alimenta. Lejos de acercarnos al mundo ideal de Hesse, el confort nos ciega, nos embrutece. También Circe, la bruja de la Odisea, se vale de un mísero plato de comida para convertir a los amigos de Ulises en cerdos. 

También lo puedes leer en el periódico Extremadura

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