Adiós, amor, óleo de Hermel Orozco |
Cada decisión política es como la piedra que arrojada a un lago altera la superficie en sucesivas ondas generacionales. Y hacia el 2012 se tomaron decisiones por las que aún estamos pagando. Aunque el origen es remoto, la fecha significativa fue el 1 de septiembre del 2012, cuando el gobierno, medio a tientas, medio a locas, subió el IVA y el IRPF, a ver qué pasaba. Lo que pasó fue que el pueblo no se quejó lo suficiente y el gobierno lo interpretó como un sí quiero, y siguió a lo suyo. Si para la mayoría de los sectores la medida fue un cataclismo, para el mundo del arte y de la cultura fue simplemente demoledor. Hacia el 2015 no quedaba un local donde escuchar música en directo ni una maldita sala de exposiciones donde respirar un sorbo de arte vivo.