En cuanto supe la noticia de que a los tres Reyes Magos los tenían encerrados en los calabozos de mi pueblo, corrí a ver si era cierto. Y lo era. Aquí es, me dije, donde se demuestran los periodistas de raza, y me improvisé una entrevista, que a continuación transcribo.
Quédeseconelcambio: ¿Cómo acaban tres reyes de oriente en la celda de un pueblo extremeño?
BALTASAR: ¿Y te extraña? Orientales, mayores de 65 años y sin papeles: estaba cantado.
Quédese: Hombre, visto así…
GASPAR: Ya se lo venía diciendo yo a estos: cuidado que tres tipos vestidos de albornoz entrando en plena noche por los balcones de las casas a dejarles regalitos a los niños es como para que nos encierren. Pues que si quieres arroz, Catalina.
Quédese: Sí, la verdad es que lo que se dice muy normal, no es, pero, no sé, ¿después de tantos años? ¿Es que ya no se respetan las tradiciones?
GASPAR: No, si con las tradiciones no ha habido problema, el problema ha sido que han pillado a Melchor fumando en un recinto cerrado, y ya ve usted.
Quédese: Ah, ¿pero usted fuma?
MELCHOR: Yo que voy a fumar. Era incienso, pero cualquiera hacía entrar en razones al municipal. Yo le decía: oiga, caballero, que esto es una vara de incienso, para santificar el recinto.
Quédese: ¿Y el municipal que les dijo?
BALTASAR: Pues nos dijo: eso se lo cuenta usted a la Pajín. Yo veo un cilindro echando humo, y me curo en salud…
GASPAR: Y nos metió en este agujero.
Quédese: No me lo puedo creer: ¿por encender una varita de incienso?
GASPAR: Hombre, tampoco ayudó mucho el que éste dijera que en la puerta nos esperaban nuestros camellos. Tenía usted que haberle visto la cara. Ni que fuéramos delincuentes.
Quédese: No, si ustedes fueran delincuentes no estarían en prisión. ¿Y, ahora, qué piensan hacer? ¿Han llamado a sus abogados? ¿Es que no hay nadie en el cielo que pueda echarles una mano?
MELCHOR: Sí, pero es que por estas fechas no trabajan.
GASPAR: Están de cumpleaños. Dos mil, cumple el hijo del jefe. Muchos, ¿verdad? Pues le siguen llamando “Jesusito de mi vida”.¿Es o no es para mosquearse?
Quédese: ¿Y no tienen ustedes servicios mínimos?
BALTASAR: Que va, por estas fechas los únicos que trabajamos somos nosotros. Los Reyes. Para que luego digan.
Quédese: Eso será porque no son ustedes muy buenos en lo suyo, porque aquí, en cuanto alguien descolla, lo jubilan, como al Gabilondo.
GASPAR: Que va, hijo, son cosas de la religión. Mira a Zeus y a los suyos que tardaron más de mil años en jubilarse.
Quédese: Sí, hasta que llegaron ustedes. Pero, y no lo digo por molestar, admitan que su religión también está ya de capa caída.
BALTASAR: ¿A qué se refiere usted con eso, jovencito?
Quédese: No sé, pero me parece que eso de que un Dios sea una trinidad queda como un poco obsoleto…
MELCHOR: ¿Obsoleto? ¿Pero qué dices, chaval? Si seguimos marcando tendencias: según Vara, el sucesor de Zapatero también es tres en uno: Alfredo, Pérez y Rubalcaba.
Quédese: Ahí, lo ve, me han pillado. Pero, cambiando de asunto, ¿qué les parece eso de que en su nombre el mundo se entregue a una orgía consumista?
BALTASAR: Ah, pero ¿todavía quedan comunistas?
MELCHOR: Consumistas, Balta, consumistas. A ver si cambiamos las pilas al audífono.
GASPAR: Nosotros en política no nos metemos. Lo nuestro es llevar amor y paz al mundo.
Quédese: ¿Y por qué se vienen tan lejos, con todo lo que hay que hacer en Oriente?
BALTASAR: Ah, pero ¿esto no es Oriente?
GASPAR: Hijo, esto va a ser el GPS, que aún no lo dominamos.
GASPAR: Hijo, esto va a ser el GPS, que aún no lo dominamos.
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