A mediados del siglo XVII, Jacobus Usserius, arzobispo de Armagh, se encerró en su despacho, pluma y tintero a un lado y las Sagradas Escrituras a otro, y se dispuso a aclarar los misterios del Universo. Basándose en el número de las generaciones registradas en el Génesis y de los anales romanos que tenía a su disposición echó cuentas y decidió que, hora arriba, hora abajo, Dios había creado el mundo un 24 de octubre de hace justamente seis mil años. Para ser exactos, al atardecer de un domingo del 4004 antes de Cristo. Y usando el mismo procedimiento le fue colocando fecha y hora al cumpleaños de Adán y Eva, a su expulsión del Paraíso o al instante exacto en que escampó tras el Diluvio. No era un loco. Era sólo un hombre de fe que creía ciegamente en la palabra escrita. Sobre todo si estaba escrita en la Biblia. Él mismo escribió sus conclusiones en un libro, Anales, que todavía hoy usan los creacionistas americanos para defender su idea de que Darwing era un chalado que no sabía lo que se decía.
BARRA DE TITULO
sábado, 26 de octubre de 2013
LOS MISTERIOS DEL NUGGETS
A mediados del siglo XVII, Jacobus Usserius, arzobispo de Armagh, se encerró en su despacho, pluma y tintero a un lado y las Sagradas Escrituras a otro, y se dispuso a aclarar los misterios del Universo. Basándose en el número de las generaciones registradas en el Génesis y de los anales romanos que tenía a su disposición echó cuentas y decidió que, hora arriba, hora abajo, Dios había creado el mundo un 24 de octubre de hace justamente seis mil años. Para ser exactos, al atardecer de un domingo del 4004 antes de Cristo. Y usando el mismo procedimiento le fue colocando fecha y hora al cumpleaños de Adán y Eva, a su expulsión del Paraíso o al instante exacto en que escampó tras el Diluvio. No era un loco. Era sólo un hombre de fe que creía ciegamente en la palabra escrita. Sobre todo si estaba escrita en la Biblia. Él mismo escribió sus conclusiones en un libro, Anales, que todavía hoy usan los creacionistas americanos para defender su idea de que Darwing era un chalado que no sabía lo que se decía.
sábado, 19 de octubre de 2013
EDIPO EMIGRANTE
Mi hijo está preparando las
maletas para irse a Alemania, y no de Erasmus precisamente. Esto de que los
muchachos se larguen del país a buscarse la vida tiene un punto de tragedia
clásica a la que sólo le falta su Sófocles y su Virgilio. Como Edipo, pagan con sangre propia los pecados de
sus padres. Como Eneas, salen de una patria en ruinas cargando sobre sus espaldas
el peso muerto de unos padres inservibles. Y así no hay patria que progrese. Y
no lo digo porque me duela ver a mi hijo embarcado en una odisea. Todo lo
contrario. Con un poco de suerte algo traerá aprendido. Aunque, con un poco más
de suerte, igual hasta encuentra un trabajo digno y ya no vuelve.
viernes, 18 de octubre de 2013
SARA SOLOMANDO, RETRATO AL NATURAL
La entrevista a Sara Solomando se publica el domingo 20 de octubre en el diario HOY
viernes, 11 de octubre de 2013
LA FILOSOFÍA DEL PERRO
Era rara la mañana que no me cruzaba por el parque con ese señor jubilado paseando junto a un perro tan viejo como él mismo. Y lo de juntos es un decir, porque la verdad es que el perro caminaba siempre varios pasos por detrás, medio derrengado y con la lengua en ristre, como si acabara de examinarse para unas oposiciones a bombero. O a perro policía. Sólo que el perro ya no estaba en edad de opositar. Acababa de cumplir quince años, que es, según me aclaró el amo, como si un humano cumpliera cien.
miércoles, 9 de octubre de 2013
AFORISMOS DE CIORAN
CIORAN
Historia y utopía
La patria no es más que un campamento en el desierto.
No sé si debo admirar o despreciar a aquel que, antes de los
treinta años, no ha padecido la fascinación de todas las formas de extremismo,
o si debo considerarlo como un santo o un cadáver.
Dale a los jóvenes la esperanza o la ocasión de una masacre
y te seguirán a ciegas.
viernes, 4 de octubre de 2013
EL ESPEJO DE WALTER WHITE
De todos los cachivaches que los
hombres han ido inventando a lo largo de los siglos el más insolente es sin
duda el espejo. Hasta donde yo sé, los espejos están hechos del mismo material
que esos amigos que presumen de decirte las verdades a la cara, sólo que el
espejo te las dice a unas horas en las que tú no estás para nada, y menos que
nada para que te recuerden que cada día estás más gordo, más fofo, más feo, más
viejo. Y que te vas a morir. Esto de que te vas a morir es un soniquete que nos
dicen los espejos y que nosotros mismos repetimos en cada entierro, pero
siempre con la boca chica y refiriéndonos a un tercero.
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