quédese con el cambio: noviembre 2011

BARRA DE TITULO

sábado, 26 de noviembre de 2011

EL ELEFANTE BLANCO


Leí una vez un cuento sobre unos hombres que vagaban perdidos por la jungla cuando, a punto de morir de fatiga y de hambre, se encontraron con un elefante blanco. El elefante, viéndoles tan en las últimas, les confesó que avanzando unos kilómetros encontrarían al pie de un barranco un elefante recién muerto con el que reponer fuerzas. Después, les dijo, siguiendo tal y tal sendero, saldréis de la selva. Dicho esto se fue. Los hombres echaron a andar y, en efecto, al llegar al barranco, allí estaba el cuerpo sin vida de un elefante, que resultó ser el propio elefante blanco, autoinmolado para salvar a los hombres de una muerte segura.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Contra los malos tratos II _ Sustancias Peligrosas_


En el año 2004 publiqué un libro de relatos, Muertes Impares, donde se exponen siete tipos distintos de encarar la muerte, y una de ellas era la de una mujer a manos de su propio marido. Está narrada en el tono obsesivo y enfermizo en el que yo entiendo deben andar las palabras por la cabeza de alguien que pierde los estribos hasta el extremo de convertirse en asesino, una cabeza sin tino, sin norte, sin sosiego, por eso no hay ni un solo punto en la narración, todo transcurre de un tirón, empujando una palabra a la otra, una acción a la otra, hasta el trágico final.

Contra los malos tratos I





Cartas de Amor es una obra teatral, en tres actos, escrita por mi y llevada a escena por la compañía dDT, de Domingo y Pedro Cruz. La intención fue representar el mundo del maltratador y de la maltratada desde un punto de vista lírico, pero real, mostrando dos salidas distintas: una que acaba en tragedia, y la otra, la que decide plantar cara al agresor y buscar una salida. Hoy, 25 de noviembre, día en que se homenajea a estas víctimas, vuelve a escena la obra. Ojalá sirva para algo.

Aquí os dejo el tercer acto del texto y el vídeo promocional de la obra.

sábado, 19 de noviembre de 2011

LA CRISIS DEL NEGRO


Jano, el dios de las dos caras, o el negro de sí mismo.

 Es preciso cambiarlo todo para que todo siga como está
Giuseppe di Lampedusa



 La primera cosa que tuve clara en la vida fue que quería ser escritor. La segunda, que carecía de talento para lograrlo. Así pues, en cuanto ahorré unos euros, fui al mercado negro y contraté a un negro, con perdón por la redundancia. Lo que yo no sabía es que un negro de cierto nivel y categoría cobrase honorarios de supervedette, por lo que hube de apañármelas con uno modesto, uno que no sabía leer ni escribir, es decir, un negro más bien tonto e inútil. Pero como el daño ya estaba hecho y no era cuestión de quedar, una vez más, como un idiota ante la familia, no despedí a mi negro sino que, a escondidas, me puse a escribir y a escribir como un negro, con perdón, y lo que iba saliendo lo enviaba a periódicos y a revistas, firmando todo, por supuesto, con el nombre de mi negro.

jueves, 17 de noviembre de 2011

YO MATÉ A JOAQUÍN SABINA


     
Yo maté a Joaquín Sabina en un acto largamente premeditado, pulcro y alevoso. Aunque asesino, soy hombre de honor que abomina de los arrebatos, de esa histeria femenina que pone al hombre a un punto con las fieras y los tifones o los terremotos. Yo le asesiné porque tenía mis motivos. Y porque a veces, para salvar la vida en un incendio, es preciso no huir de las llamas sino cruzarlas y vencerlas.

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL EDEN DE LOS AUTÓMATAS



EL EDEN DE LOS AUTÓMATAS
ALONSO GUERRERO
Plaza y Janés 2004


Las masas burguesas, escribió Thomas Mann en Muerte en Venecia, se regocijan con las figuras acabadas, sin vacilaciones espirituales; pero la juventud apasionada e irreverente se siente atraída por lo problemático”. Pues bien, de esta juventud apasionada e irreverente es de la que se nutre la novela de Alonso Guerrero.
Es esta la historia de una búsqueda, de un viaje desde el confort del mundo burgués hasta el infierno de las ideologías radicales, y difícilmente encontraremos personajes que se presten a ello con tanta entrega como estos jóvenes ansiosos por derrocar los valores de la civilización que les precedió.

viernes, 11 de noviembre de 2011

SUPERTRAMPOSOS


  



Yo estuve en el concierto de Supertramp en Madrid, un 12 de noviembre, tal como hoy, pero de 1979, que se dice pronto. Caía sobre el asfalto una lluvia lánguida, inocente. Hoy llueve tras los cristales y sobre los recuerdos. Supertramp ya no existe, Madrid no es la capital de la movida ni del zumo de neón, y el muchacho aquel tiene hijos con más años de los que él tenía por entonces.  

viernes, 4 de noviembre de 2011

LA RISA


 Los fotógrafos de prensa deben ser los tipos con mejor humor del mundo. Unos cachondos. A los políticos siempre me los sacan en las fotos satisfechos y sonrientes, como si acabaran de salir de una actuación de José Mota. Es raro el día en que abres un periódico y no topas con un manojo de políticos enseñando dientes. Da igual que sea el concejal de jardines de un villorrio o el presidente de una nación en quiebra. Se conoce que alguien les ha dicho aquello de que la risa es la distancia más corta entre dos personas y ellos ríen y ríen como queriendo meternos en el bolsillo a fuerza de achicar distancias. Sólo se ponen graves cuando hablan de los estragos de la oposición.

EL PRIMER CORTE ES EL MÁS PROFUNDO


Es curioso que la obra cumbre de la literatura griega, la literatura homérica, con la cual se inaugura toda la literatura occidental, sea una obra de literatura utópica, un canto de melancolía por un mundo que nunca existió: cuando los hombres eran héroes, casi dioses, y los dioses se mostraban como hombres. Es decir, que desde siempre hemos tenido el ojo puesto en un horizonte ficticio. Esto no es que sea bueno ni malo, pero da justa medida a aquel pensamiento, patético y certero, que en su día escribió Bertrand Russell: Hitler quiso ser Napoleón, Napoleón quería ser Julio César, César imitaba a Alejandro Magno, y Alejandro soñaba con ser Aquiles, que nunca existió.




jueves, 3 de noviembre de 2011

AGARENO, etimología.


Agar e Ismael en el desierto

AGARENO: Llamar a alguien agareno es tanto como decirle árabe, sarraceno o muslime, aunque, la verdad, la verdad, es que agareno son, o deberían ser, únicamente los descendientes de Agar, madre de Ismael, esclava de Abrahám. Así consta en todos los diccionarios de español desde la edición de 1770 hasta la actual. Pero qué extraordinaria historia debió encerrar una humilde esclava para que su nombre sobreviva a tantos siglos de historia. Veámosla. 

PÁGINAS