quédese con el cambio: Un año sin Saramago

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viernes, 17 de junio de 2011

Un año sin Saramago


De las cosas que más me fascinan del movimiento "indignado" es precisamente el nombre, que lo toma de un libro que pasará a la posteridad por una de esas ironías de la vida, por haber sabido estar en el momento y en el sitio adecuado, no por su valor literario ni por la originalidad de sus ideas. Lo justo, y lo que en realidad me habría satisfecho, habría sido que esta ola de indignación que ahora recorre Europa hubiera nacido de algún modo vinculada a la obra y a la figura de José Saramago. 

Pocos intelectuales lo merecían tanto como él. Cada uno de sus libros, cada conferencia, cada entrevista, era un dardo contra el fanatismo mercantilista, una llamada al sentido común, un alegato a favor del humanismo. Hoy se cumple el primer aniversario de su muerte y, no obstante, aquella digna sublevación que le llevó a escribir lo que escribió y a vivir en perenne espíritu de batalla, sigue tan vigente como el día en que publicó su primer libro, y acaso no deje de estarlo nunca pues no parece que el imperio del sentido común esté a la vuelta de la esquina. 

Pero, a propósito de la indignación, escribió Saramago hace cosa de unos diez años: " El problema estriba en que el poder económico es más fuerte que la democracia...Yo digo a veces que deberíamos indignarnos, pero quizás no valga la pena porque la indignación sube y baja rápidamente. Lo que deberíamos es reflexionar seriamente lo que está pasando en el mundo, en la economía, la ecología, la desigualdad, la indiferencia, el racismo". Supongo que lo que quería decir es que la indignación solo es un arma útil cuando va de la mano de una reflexión seria y un verdadero propósito de cambiar las cosas. De otro modo, el sistema acaba fagocitándola, convirtiéndola en sarao rentable, en fiesta nacional. 

2 comentarios:

  1. Clap clap clap!!!!!!!
    Grande, Maestro.

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  2. Saramago tenía razón. Pero cuando un comunista hace este tipo de reflexiones ¿lo hará tanbién pensando en la perra vida que llevaban en las isbás los campesinos de la URSS? ¿y por qué no en los presos políticos en los gulag? No por ser Premio Nobel se es poseedor de la más nítida honradez, sobretodo con uno mismo.Yo no cuestiono nada, simplemente, que también refelexiono y entonces me vienen estas preguntas.
    Saludos
    Canis Lupus

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