quédese con el cambio: LUIS LANDERO: Un Júpiter entre líneas

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miércoles, 25 de mayo de 2011

LUIS LANDERO: Un Júpiter entre líneas


Nos quejamos de que se lee poco, pero de dónde va a sacar la gente tiempo para leer si se pasa las horas escribiendo. Hay ya más escritores que agentes inmobiliarios. El volumen de publicaciones es tan desmedido que los libros desfilan por los escaparates de las librerías a velocidad de promesa electoral, sin tiempo a distinguir los ecos de las voces. Por eso hay ocasiones en que se hace obligatorio levantar el dedo y decir: señores, he aquí algo que merece la pena.

Es el caso de la novela de Luís Landero, Hoy, Júpiter, casi recién nacida y ya desplazada a codazos por imperativos de la novedad. Esta obra, como todo lo anterior de Landero, es, a mi parecer, una revisión novelada de los primeros versos de la Divina Comedia de Dante, esos que dicen: en la mitad del camino de mi vida, me encontré por una selva oscura, que la derecha senda era perdida.

Como el Dante, reflexiona Landero acerca de hombres que llegan de pronto a la madurez y se ven perdidos en la selva oscura del mundo, con los sueños de la infancia rotos y dolientes entre las manos. Solo que él introduce una novedad respecto a Dante. Si el italiano atravesó su infierno con un maestro -Virgilio, que lo conduce hasta las puertas del cielo-, el destino del hombre moderno se hace en Landero más trágico porque se ha quedado sin maestros, está solo en medio de un infierno repleto de tecnologías hipnotizantes y de políticos y de grandes sueños que lo distraen de su verdadero destino, que no es otro que encontrar su íntima y particular felicidad. Algo que en Dante se identifica con Dios y en Landero con ajustarse al guión que impone a nuestras horas la humilde monotonía. 

Otro de los grandes libros de Landero, amén de Juegos de la edad tardía, es Entre líneas, editado primero por Del Oeste Ediciones, en 1996 y  luego por Tusquet, y donde, desde la ternura, la melancolía y el humor, hace un repaso a su memoria, al poder de la fantasía y, de paso, a sus ideas acerca del quehacer literario. Otra joya imprescindible.

El próximo 11 de junio estará en Badajoz, invitado por la Unión de Bibliófilos Extremeños,  y hablará de sus cosas, que son nuestras propias cosas. El que tenga ocasión, ni lo dude y vaya a verlo. No todos los días se le presenta a uno la oportunidad de ver y oír a un tipo en verdad tocado por los dioses.

2 comentarios:

  1. jajajajaja no se yo si la estadistica de leer poco sale por la variedad de títulos en el mercado, pero en fin, tomo nota de tu recomendación.
    Un saludo.

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  2. Es que las librerías se han convertidos en ladrilleras. Incluyendo a los consagrados, que no siempre son capaces de amenizar al lector; los temas que eligen los autores, no tienen por menos que terminar siendo verdaderos adoquines. Hay que escribir pensando en la gente que para ir a trabajar, se tiran una hora de ida y otra de vuelta en el autobús. Desde que se masificó la universidad, cualquiera que se mete en una facultad de letras –obligado por la nota lograda en selectividad- al terminar, como no tiene nada que hacer, se dedica a emborronar cuartillas. Y lo malo es, que se creen que por tener un título colgado en la pared, ya están facultados para escribir y lo único que han conseguido es hacerlo sin faltas de ortografías. El talento es otra cosa.
    Saludos
    Canis Lupus

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