quédese con el cambio: agosto 2011

BARRA DE TITULO

viernes, 26 de agosto de 2011

ESCULTORES DE TÓPICOS


           
Tu idioma es tu patria

En el extranjero, las orejas se te vuelven lobos con hambre de palabra española. Sorprendes a alguien hablando tu idioma y te detienes a mirarlo con un punto de nostalgia. Te paras a recrearte en el sonido como cuando tras una ventana abierta descubres un aroma que te transporta a otro tiempo y te detienes a papar el aire.

En el extranjero comprendes que tu idioma es tu auténtica patria, tu tesoro. Pero también que es esta gente con la que te cruzas de cuando en cuando quien de verdad te representa en el mundo, más que la clase política o la Familia Real, porque el conjunto de sus actos es lo que conforma eso que llamamos el “tópico español”. En la época en que Julio Camba escribía sus crónicas, el español era un señor bajito, con bigote y cara de mala leche. Después se convirtió en un señor bajito que hablaba alto y se lavaba tarde y mal. ¿Y ahora?

En el extranjero, las orejas se te vuelven lobos y los ojos jueces. Descubres a alguien hablando en tu idioma y de inmediato le miras con el rabillo del ojo para preguntarte qué clase de tópico es el que va esculpiendo. Sobra decir que hay de todo, como en botica. Pero hace unos días, en Peniche, Portugal, vi a una señora recorrer un buen trecho de playa con unos papeles en las manos hasta dar con una papelera. El gesto solo la honra a ella, es cierto, pero cuando descubrí que era española, ya ve usted qué tontería, a mi me llenó de orgullo y satisfacción. Y ayer, en un jardín de Lisboa, vi a unos chavales inmensos sacar de sus mochilas manteles, cubiertos, platos, y montar una mesa como no se puede pedir más. Tan limpio, civilizado y moderno todo que sentí curiosidad. Me acerqué, a papar su idioma. Españoles. Jóvenes, preparados y con educación. Los demoledores de tópicos. Ya iba siendo hora.

                                                  Publicado en la contraportada del periódico Extremadura

jueves, 25 de agosto de 2011

LIN YUTANG: LA IMPORTANCIA DE VIVIR

 
LIN YUTANG: LA IMPORTANCIA DE VIVIR.
Traducción: Román A. Jiménez
Edhasa. 1989

Este uno de mis libros de cabecera. Quizá de los que más veces he leído en mi vida. Escrito por un chino-americano en 1933, es tan actual, tan moderno y tan antiguo a la vez que en más de una ocasión te parece escrito por un sabio de la antigüedad mientras que otras de sus crónicas y reflexiones parecen sacada de un periódico del día, como todo libro clásico. Su lectura irradia optimismo y ansias por vivir. Mientras Lin Yutang escribe estas páginas, en Europa triunfa Hitler, Mussolini, Stalin, etc. El supo ver el horror al que se encaminaba el mundo y escribió páginas llenas de luz, a las que nadie hizo caso.
Yo dejo, para el que le interese, alguna de sus reflexiones. Los titulares son míos; el resto, todo del maestro.

martes, 23 de agosto de 2011

TE TRATARÉ COMO A UNA REINA


Eran las cuatro y media de la tarde de un lunes. En la cafetería, el camarero limpiaba vasos de cristal junto al grifo de cerveza, mientras que un matrimonio de unos cuarenta años tomaba sus cafés apoyados contra el mostrador. No había nadie más que ellos y yo. El caballero hablaba por un teléfono móvil y su mujer miraba a un lado y a otro, aburrida. Yo veía los ojos de aquella señora, sus gestos perdidos, la melancolía de sus dedos llevándose el cigarrillo a los labios, tan bien dibujados, y me dio por pensar en la historia de esos ojos, en tratar de averiguar qué estaría pasando por la cabeza de aquella mujer. Me la imaginaba de niña, saltando a la comba con sus amigas, haciendo cábalas sobre su futuro, perfilando en sueños el rostro del hombre con el que se iría del brazo a recorrer el mundo y que acaso en una noche de luna le susurrase al oído te trataré como una reina.

domingo, 21 de agosto de 2011

BARCELONA, 1981 y un ideal

Llegué en septiembre a Barcelona.
 Era otoño en el mundo, primavera en mi vida, invierno en el Corte Inglés


En el año ochenta y uno yo tenía pelo. Un pelo negro, largo, moro e inconstante que me abandonó cuando más lo necesitaba. En el año ochenta y uno yo tenía pelo, diecinueve años y un ideal, un ideal oriundo e impropio, también es cierto, pero, con todo, un ideal, que ya es tener algo. El mío era un ideal recién estrenado, reluciente, que se me ajustaba al alma, llenándomela de rozaduras al andar, como unos zapatos nuevos. Por eso mismo, para que el ideal, con el uso y el kilometraje le fuera tomando la postura al alma, decidí salir del pueblo y conocer mundo.

viernes, 19 de agosto de 2011

ACTUACIONES DE VERANO


Caricatura de un supuesto Papa rockero
Sabia decisión la de los Ayuntamientos esa de no contratar a grandes bandas de rock para las fiestas de verano. Además de carísimas, dejan insatisfecha a mucha gente. A unos por aburrimiento y a otros porque estiman que ya está bien de endiosar a tipos a los que por hora y media de actuación se les costean extravagancias con dinero ajeno. 

jueves, 18 de agosto de 2011

ABOTAGARSE O ABOTARGARSE. Etimología e historia de Stefanello Bottarga

La imagen de la derecha corresponde a Bottarga

ABOTARGARSE: cuando decimos que la vecina del cuarto ha salido a la calle con la cara abotargada, además de una malicia, estamos, sin saberlo, aludiendo a un hombre que conoció el éxito durante años y el olvido durante siglos, a un actor que vivió allá por el siglo XVI y del que, debiéndole mucho, lo ignorábamos casi todo, hasta que un día... Pero no adelantemos acontecimientos.

martes, 16 de agosto de 2011

HADAS EN LA ESCUELA DE CALOR


Foto del hada aparecida en México 
Estos días la noticia que ha revolucionado México ha sido el hallazgo de un hada que acabó muriendo entre  las manos del chaval que la encontró. Cuando han analizado a la supuesta hada, resultó ser un simple muñeco de silicona. ¿ O no?  Yo os pongo un par de enlaces sobre la noticia, pero también os relato una historia muy a propósito con el asunto, y que cada cual piense lo que quiera.

                                    



    * * * * *

Extremadura es, ha sido siempre, escuela de calor. En las noches de verano de mi adolescencia, cuando salía por ahí con mis amigos, temía el regreso a casa porque por entonces las mujeres sacaban las hamacas a la calle y todo el pueblo se convertía en un mapa de tertulia. Los muchachos educados y tímidos hacíamos el camino de regreso por el medio de la calle, soltando cada cuatro pasos un obligado "buenas noches" como una letanía veraniega que los vecinos te devolvían casi a coro.

domingo, 14 de agosto de 2011

MUNDOS PARALELOS

Fotos aparecidas en el día de hoy en el periódico El País.

Son dos fotos que bien podría el azar jugado a tomarlas el mismo día, en el mismo instante. El azar es un macabro guasón que gasta bromas así. En una, un puñado de humanos festejan la inminente llegada a España del representante de Dios en la Tierra, mientras que en la otra, una madre, frente a un muro con la piel picada de disparos, protege a su hijo de la lluvia. Eso, al menos, es lo que dice el pie de foto, pero también nos creeríamos si dijera que abre los brazos a un pelotón de fusilamiento, o al propio fotógrafo, porque su gesto es de desnudez, de desesperación, de arrojar un grito insoportable al ojo de la cámara para que esta lo arroje al mundo. Insoportable porque es un grito de ojos, de manos, de rostro, con toda la violencia del silencio. Parece que dijera, miradme bien, ecce femina, decidle a Dios, cuando llegue a España, que observe esta foto y vea lo que queda del ser humano que pude ser: solo el dolor, solo la tristeza, solo un puñado de huesos envuelto en harapos, y un hijo para añadir sufrimiento al sufrimiento. 

El niño de la foto no parece un niño, parece un muñón que le nace a la mujer del pecho, parece como si, en su afán de desnudez, la mujer mostrara al fotógrafo también el corazón. Pero es un niño. Un niño que tiene pocas probabilidades de sobrevivir y que, como si fuera consciente de ello, se agarra con desesperación a los harapos de la madre buscando consuelo, dando consuelo. Yo me imagino a la criatura con los ojos cerrados, con los labios cerrados por el hambre y por el miedo, rezando, en su idioma sin idioma y sin sonido, una oración al único dios que conoce un niño: su madre. Yo me lo imagino rezando: Protégeme, madre, de los rigores del mundo, aunque sea con el leve paño de tu velo. Protégeme, madre, de los que disparan las balas y de los que venden las balas, de los que comercian con el hambre y de los que cierran los ojos al hambre, de los que tienen el corazón seco, pero también de aquellos a los que las lágrimas paralizan las manos. Protégeme de los que creen en Dios y olvidan a los hombres, de las religiones que trafican con el sufrimiento, de los que no tienen ojos para el corazón ajeno y de los que tienen el corazón en el bolsillo. De todos ellos, protégeme, madre, como ningún dios te ha protegido a ti, ni antes que ti a tu madre ni a la madre de tu madre, desde el principio de los tiempos. Amén.

viernes, 12 de agosto de 2011

VEN, CAPITÁN TRUENO


En las entrelíneas de las crónicas de esa guerra que se cuece en las calles de Londres lo que se esconde es el descontento de la miseria, frustración ante un mundo como escaparate de lujo al que gran parte de la sociedad nunca tendrá acceso si no es con el discurso de las pedradas o fusil en mano.

En las entrelíneas de esas crónicas de guerra lo que se esconde es que el poder económico ha dado un golpe de estado, convirtiendo las ciudades en cárceles temáticas donde la población sale de sus casas solo para trabajar y para gastar las cuatro perras que les asignan por sus servicios, las justas para que la máquina siga funcionando.

Hay gente empeñada en hacernos creer que lo de Londres, como lo de tantas partes, son revueltas pandilleras, cosa de extremistas, cuando la realidad es que mirar con el estómago vacío el festín que siempre se dan los otros es la antesala de la violencia.

Hay revueltas porque hay angustia, porque hay necesidad de darle un cambio al mundo. ¿Pero qué héroe liderará ese cambio?

Pensando en esto caí en la cuenta de que la mayoría de los héroes con los que nos educaron durante el siglo XX no son humanos. No son gente que hayan necesitado esforzarse para alcanzar sus superpoderes. Superman es extraterrestre, Thor es un dios, Hulk, Spiderman, y otros tantos, son fruto de la radioactividad o, como el Capitán América, mutantes de laboratorio. Quizá esta sea la causa por la cual nos sentamos a esperar una solución que surja de forma extraordinaria, a que de la noche a la mañana un Capitán América ponga orden en el mundo. Y eso no va a ocurrir. La revolución que está pendiente es cosa de todos o no será.  Es una revolución económica, pero también de educación, de ámbito moral. Y es en ese sentido en el que simpatizo con el 15M, por lo que tiene de Capitán Trueno, aquel hombre común, mortal y rosa, sin más superpoderes que el de su voluntad y una confianza absoluta en el trabajo en equipo y en los frutos del esfuerzo humano. 

Publicado en la contraportada del periódico Extremadura


martes, 9 de agosto de 2011

SINTAXIS Y FAMILIA

                              

Los griegos, que tenían una visión bélica del universo, entendieron el análisis gramatical como un ejército colocado en orden de batalla, que es justo lo que significa la palabra sintaxis; sin embargo, para un hombre del siglo XXI, la comprensión de la sintaxis se hace más asequible si la acercamos a nuestro terreno; por ejemplo, al ámbito de la familia. Para mí, al menos, la oración simple se asemeja mucho a la familia en la que vi criarse a mis amigos, y a mi propia familia: un sujeto se matrimonia con un predicado fértil y, para adaptarse al contexto, se cargan de adyacentes y de complementos hasta convertirse en una oración ya simple, ya subordinada, pero siempre perdida en el laberinto del hipertexto. 

En la oración simple podemos intuir un elemento femenino y otro masculino, y para identificar al elemento femenino baste con observar que cuando en un análisis procedemos a divorciar al sujeto del predicado, el sujeto se queda con una mano atrás y otra delante mientras que el predicado se queda con los complementos, los adyacentes y, si le dejan, con los puntos y con las comas.

viernes, 5 de agosto de 2011

EXPERIENCIA UFO


En los veranos de mi adolescencia pasaba las noches al raso, buscando encuentros extraterrestres. Digamos que lo mío no es que fuera un éxito abrumador, pero más de un avistamiento sí que tuve, sobre todo en ciertas discotecas. En la de Solana de los Barros, por ejemplo, conocí a una chica a la que hablé de Bécquer con tanto entusiasmo que acabó pidiéndome que se lo presentara, para bailar con él. 

Encuentros de ese tipo son los que me llevaron a caer en la cuenta de que compartimos espacio con gente de otras galaxias, extraterrestres peritos en el arte del camuflaje, pero cuya naturaleza no-humana se manifiesta al llegar el verano. No es que lo diga la Universidad de Wisconsin, es que lo he visto con mis propios ojos: hay determinados extraterrestres a los que el calor afecta en las cuerdas vocales y les obliga a hablar a voces; a otros, les merma el sentido de la vista y no aciertan con las papeleras; a otros, la ropa se les hace intolerable y pasean en tripa y calzones por la ciudad; a otros, en fin, el calor les anula el sentido de la educación y les vuelve groseros y violentos. Son cada vez más numerosos, y se exhiben cada vez con mayor descarado.

Ayer mismo, mientras cenaba con mi mujer, tuve una experiencia de este género. Localización: un restaurante, a la orilla de un río, bajo un cielo tostado y terso como la piel de Beyoncé, un músico ambulante, con su guitarra y su armónica, cantaba entre las mesas viejas canciones de amor. Perfecto. De repente, aparece el camarero. Nada de música, dice a voz en cuello. La noche y el músico cruzan un gesto de tristeza, pero el de la guitarra no dice nada, recoge sus monedas y se larga. El camarero sonríe a las mesas, triunfante. Mi mujer y yo terminamos la cena como la misma noche, más ensimismados, más tristes y recogidos, sabedores de que hay un tipo de extraterrestres a los que irrita ver gozar a los pocos humanos que vamos quedando.


Publicado en la contraportada del periódico Extremadura

JUAN LUIS GUERRA, el tiempo que se acaba y una foto maldita


Un día me llamó Pepe Ayuso, el productor de espectáculos más importante de Extremadura, y me propuso contratar a Juan Luis Guerra. Yo, los que me conocen lo saben, llevaba, junto a mi hermano José, unos años dedicado a eso de la producción artística y, aunque en nuestro currículum contábamos con varios grupos de importancia, lo de Juan Luis Guerra y 4:40 era como entrar en otra división.

Lo hicimos y fue un éxito. Pero si echo la vista atrás, me sorprende como ocurrió todo y, más aún, lo que de aquel día ha quedado grabado en mi memoria.

miércoles, 3 de agosto de 2011

MEMORIA DE ULTRAMARINOS

Mi vieja casa, aquella en la que nací, estaba flanqueada por dos insignes comercios. Los que recuerden como eran los comercios de los años sesenta y setenta estarán conmigo en que llamar comercio a los mastodontes de Mercadona o Carrefour no tiene mérito alguno. Los comercios que flanqueaban mi vieja casa eran, como todos, dos raquíticas habitaciones usurpadas a una vivienda y regentadas, por lo común, por un matrimonio con hijos. Visto en la distancia, parece increíble que veinte metros cuadrados dieran para tanto. Lo mismo encontrabas un pan de a quilo que un bordado de Holanda. Ultramarinos se les decía a ese pandemónium, y se quedaban tan frescos.

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