LA MUERTE Y SU ANTÍDOTO
ALONSO GUERRERO
El escritor tiene que morir
agotado, vacío, sin paga de jubilación, sin haber hecho reformas en su casa y
sin testar. Lo que tiene lo ha legado a sí mismo. Él es su esposa y sus hijos.
Lo único que deja en manos de los otros es la muerte, la patata caliente que él
ya ha sostenido: al menos, puede permitirse la tacañería. Por tanto, si quieres
luchar un año debes prepararte durante cuarenta. No te confundas: no persigas
la fama.
Tu propósito no es conseguir votos, ni ganar causas. El escritor
famoso es un hombre minimizado, deturpado, estragado. Todo lo que la fama
alienta, muere. Todo lo que la fama elige pierde su aristocracia. La fama sólo
redunda en bien de los que no tienen nada que ofrecer, de los que no necesitan
saber quiénes son. La fama nunca es justificada: no se apoya en los
merecimientos que tú tienes, sino en los que no tienen los que te la conceden.
No envidies el triunfo: es desolador. El reconocimiento público descoyunta a
los grandes hombrees, convierte a los escritores de genios en cuerpos exhumados
de sus tumbas que aparecen en los quirófanos de la facultad de filología.
Tú
tiendes a otro tipo de reconocimiento: aquél que nunca se comunica en televisión, en las tertulias, ni
siquiera aquél que los que te copian o te envidian muestran entre líneas en sus
libros. Escribe como si los que están destinados a comprenderte aún no hayan
nacido. Coloca una palabra detrás de otra sin confiar en azares sintácticos.
Quien hizo la sintaxis hizo el caos. Átala con bridas y haz que muerda bocados,
para poder mirarte en ella sin inclinar la cara de vergüenza. La sintaxis hay
que bordarla con la aguja de la conciencia, en el bastidor de la verdad.
Ten
presente que el pensamiento sólo es perspectiva, sólo es sintaxis, y la
sintaxis siempre es heterodoxia. Que la perspectiva del pensamiento, la cólera
de las palabras, la sabiduría en la espera, el violín bien afinado de tu vida
te sirvan de cordiales y, aún más, de espuelas para el corazón. Vive como un
cordero y escribe como un lobo.
OOOOOOOOO
Extracto de La Muerte y su Antídoto, de Alonso Guerrero, un libro estupendo, cargado de reflexiones sobre la literatura y el oficio de escribir que pueden ser más o menos agudas, más o menos brillantes, con las que uno puede o no estar de acuerdo, pero que se entregan escritas con un lenguaje afilado, cargado de brillos y novedades que uno agradece.
La editorial es De la luna libros, de Mérida, una editorial ya veterana y que cuida al detalle el producto.
El libro es del 2004 y el ISBN 84-933754-1-1. Estoy convencido de que nadie que se arrime con cariño a este libro saldrá decepcionado. Si eres escritor o tienes interés en serlo, por cuanto dice y por cómo lo dice. Y si eres lector, sin más, porque aquí encontrarás un tipo que trata al lenguaje con esmero y al lector con el respeto de un animal inteligente.
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