Mi hija, que es una inconsciente, se ha
puesto a estudiar Periodismo. Con la de cosas inútiles que hay en la vida a
ella le ha dado por la más inútil de todas.
Siempre abrigué la esperanza de que hiciera ciencias. Un buen científico
español, le decía yo, tiene en todo
momento abiertas las puertas de cualquier McDonals del mundo, sobre todo las de
la cocina. Pero ella, joven e idealista,
no escucha. Ahora, por cabezota, ahí la viera usted cada mañana sumergida en
los noticiarios y en la prensa, medio
ahogada en terminología política que ni el mismo diablo entiende. Yo le he
hecho este breviario por echarle una mano. En el fondo soy un blando.
Estatuto: Para unos es ese sitio donde
acuden los chavales a sacarse el Bachillerato. Otros, sin embargo, acaso los
más letrados, piensan que un estatuto es la enfermedad que por no comer fruta pillaban
antiguamente los marinos en las largas travesías. En cualquier caso, coinciden en
que se trata de una cosa antigua, inútil y como de la generación del 98, que
nadie lee.
Comunidad Autónoma:
Curioso grupo de personas circunscritas a una porción de tierra donde, según criterio
propio, el cielo es más azul, las vacas más gordas y el presidente rompe más cristales.
Patrimonio de la Comunidad Autónoma:
Alude a la industria, al idioma, al paisaje y al tonto del pueblo. Con esto de
la crisis apenas quedan industrias ni humor para apreciar el paisaje. Por si usted se lo está pensando, tenga en
cuenta que la plaza de tonto está reñidísima y piden carné del partido.
Himno autonómico:
Politono que suena en los actos oficiales. Es muy emotivo y al que se aprende
la letra le conceden dos créditos para el puesto de tonto del pueblo.
Ideal: En singular no
significa nada; en plural es una marca de tabaco.
Dimisión: Los estudiosos del asunto
dicen que la dimisión divide a la casta política en tres categorías, los de
primera dimisión, de segunda y de dimisión preferente. Yo creo que en realidad
se trata de un animal fabuloso, como el unicornio y el ave fénix, que está en
boca de todos pero que nadie ha visto en carne mortal.
Soberanismo: Inclinación malsana al
coñac.
Paseillo: En algunos
juzgados, línea divisoria entre el ser y el no ser, el tener y el no tener: si
eres de los que no tienen, haces paseíllo; si tienes, lo haces pero en privado;
y si eres de los que tienen mucho, mucho, paseas pero en el paseo marítimo de
una playa privada y el juzgado ni lo pisas.
Botox: Toxina botulínica usada como
cosmético. Llamamos, pues, intención de botox al tipo o tipa que está
pensando en inyectarse pero, por lo que sea, aún no lo tiene claro. Para el
mejor uso de la mercancía, se recomienda inyectarse cada cuatro años. La
experiencia demuestra que un botox mal inyectado puede producir parálisis del
sistema o corrupción en los órganos blandos. Por eso, digo yo, cada vez hay más
indecisos.
Publicado en el diario HOY el sábado 18 de enero del 2013
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