Querido Diario, hoy la señorita nos puso una adivinanza que estaba muy bien
porque había que averiguar un personaje con solo seis pistas. Está en todas
partes, antes de él no había nada, es invisible, su poder es infinito, lo sabe
todo y lo puede todo. Ya ves, chupado. La clase entera levantó la mano, la
señorita me miró y yo iba a contestar, pero entonces se levantó Lolita y dijo:
Google. Yo habría dicho El señor oscuro
de Mordor, menos mal que me callé, porque resultó que ni una cosa ni la
otra, que era Dios.
No entiendo cómo hay quien se aburre en clase, con la de cosas que se
aprenden. Yo por ejemplo no sabía que Dios tuviera tantos superpoderes, claro
que tampoco sabía que tenía un representante y mucho menos que se llamara
Francisco, que cuando me enteré que el Rey fue a visitarle y leí Felipe VI –
Francisco I, pensé, menuda goleada que se llevó, pero luego mi mamá me dijo que
no habían jugado a nada, que es que se llaman así. Y yo qué sabía, como estamos
en Mundiales pues pensé...
El caso es que la señorita nos contó que nuestros Reyes visitaron al Papa y
eso es muy importante porque dice Dieguito que el Papa es como el encargado de
vigilar la clase mientras el Señor está fuera, el que se chiva de quienes han
sido buenos y quienes no, el que apunta a los que se van a mear sin tener ganas
ni nada, y que eso cuenta para la nota del Juicio Final. Dice mi abuela que los
españoles no debemos tener miedo a la nota final porque el Señor y un Rey muy
antiguo firmaron un concordato, o algo así, que por lo visto es un acuerdo de
tú a lo tuyo y yo a lo mío por el que los españoles ganan su alma y la Iglesia
gana una pasta, y todos contentos. Para que luego digan que los reyes no sirven
para nada.
La señorita contó que aunque unos le llaman Señor, otros Alá y otros Yahvé,
solo hay uno y es el padre de todos. Mi papá dice que es una pena que de un
padre tan bueno salieran hijos tan cabroncetes, que van a acabar matándose a
palos, pero yo eso no se lo digo a la seño que luego me coge manía.
Otra cosa que aprendí es que antes se le llamó Cronos y luego Zeus y luego
Júpiter y luego Cristo, y Lolita dijo que vale, pero que hoy el único que se
acuerda de ellos es Google, que se los ha comido a todos, y ahí la señorita se
enfadó y la castigó sin recreo, que ya ni sé para qué trae las zapatillas.
Dice la
señorita que las religiones modernas nacen de las Tablas de la Ley que Dios regaló
a Moisés, y es verdad porque eso lo he visto yo en una película que echan todas
las navidades, que es cuando echan las de religión. A mi papá no le gustan las
religiones porque no le gusta apostar y él dice que la fe es como apostarse el
sueldo a una carta sin haber visto nunca ni la baraja ni el premio y que encima
es un juego que obsesiona tanto a la gente que se llegan a matar y todo. Lolita
me ha dicho que le pregunte a la señorita que si Dios quería fundar religiones
modernas por qué a Moisés le dio sus leyes en una tabla y no en una tablet. A
ver si me acuerdo y se lo pregunto mañana.
Publicado en el diario HOY el sábado 5 de julio del 2014
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