-->
Ruiz Mateo se niega a declarar ante la justicia porque dice que se está muriendo. Y es cierto. Se muere. Y yo. Y usted. Lástima que haya tardado en percatarse. Le pasa a casi todos los delincuentes con pretensiones místicas, que justo cuando tienen que rendir cuentas reparan en que la suya es carne mortal, y se acogen a sagrado. Qué fastidio ser rico y descubrirse caduco. Si lo hubiera advertido antes se habría ahorrado levantar un imperio económico para ponerlo solo al servicio de su vanidad. Le habría dado ocasión a descubrir que apenas hay una cosa más grande que tu felicidad: hacer felices a los demás.